El claustro de la Catedral es de estilo gótico y fue construido entre los siglos XIV y XV por arquitectos como Andrés Escuder y escultores como Antonio Claperós.
Se accede al claustro a través de las puertas exteriores de la Piedad y de Santa Eulalia. La puerta del claustro interior, que comunica la Catedral con el claustro, es románica de mármol blanco y tiene arquivoltas decoradas con motivos geométricos y un frontón de estilo gótico. Se ha dicho que procedía de la anterior catedral románica.
El claustro es de planta rectangular y consta de cuatro galerías de arcos ojivales separados con pilares. En los relieves de los pilares de los arcos del claustro se pueden ver esculpidas escenas del Antiguo Testamento y de una leyenda sobre la Santa Cruz, y en las claves de bóveda escenas del Nuevo Testamento.
En tres de sus galerías hay capillas que inicialmente estaban bajo la advocación del patrón de alguna institución o gremio, o bien bajo la protección de alguna familia. Todas estas capillas se encuentran cubiertas con bóvedas de crucería, la mayoría de las cuales son cuadripartitas, con las claves de bóveda en el punto de unión de los nervios.
En el centro del claustro hay un jardín con palmeras, magnolias, un naranjo y un surtidor que data de mediados del siglo XV, donde tiene lugar el tradicional “ou com balla” (el huevo como baila) con motivo de la festividad de Corpus Christi. En un gran estanque que hay en el claustro campan las trece ocas blancas de la Catedral.
Las terrazas
A través de la capilla de los Santos Inocentes, al lado de la puerta de San Ivo, se puede acceder a las terrazas con ascensor. Desde las terrazas se pueden ver las dos torres-campanario, los dos pináculos laterales, el cimborrio coronado por la Santa Cruz sostenida por la imagen de Santa Elena, el claustro y una panorámica bien interesante de Barcelona.
Coro con la sillería del Toisón de oro
El coro de la Catedral se empezó a construir el año 1390, bajo el mandato del obispo Ramón d’Escales. La sillería constituye uno de los conjuntos escultóricos más destacables del estilo gótico en Cataluña. Los doseles y los pináculos fueron realizados por el escultor Michael Lochner y su discípulo Johan Friedrich a finales del siglo XV. De los años 1517-18 son los escudos conmemorativos que pintó Juan de Borgoña en los respaldos de la sillería alta y que corresponden a los caballeros de la Orden del Toisón de Oro convocados por su gran Maestre, el emperador Carlos V, que se reunieron en Barcelona en marzo de 1519.
En la entrada del coro, a la derecha, se encuentra el púlpito de madera, tallado por el escultor Pedro Çanglada el año 1403.
El trascoro se inició en el año 1519 por el escultor Bartolomé Ordóñez. Está realizado como una columnata dórica, coronada con balaustrada, y entre sus intercolumnios, se muestran cuatro escenas esculpidas en relieve de la vida de Santa Eulalia, dos a cada lado de la puerta y, en sus extremos, unas hornacinas que contienen esculturas corpóreas.
Sala Capitular
La Sala Capitular histórica de la Catedral, que se ha convertido en un espacio museístico, está ubicada en la misma galería del claustro donde se encuentra la capilla de Santa Lucía. Inicialmente era donde estaba ubicado el antiguo comedor de los pobres.
De la colección de obras de la Sala Capitular, se debería destacar la pila bautismal en forma lobulada del siglo XI, procedente del antiguo templo románico, y la escultura de Santa Eulalia realizada en terracota por Giuliano di Nofri, proveniente del frontón de la puerta de Santa Eulalia. En lo que se refiere a pintura, cabría destacar el retablo gótico de san Bernardino y el Ángel Custodio, del pintor Jaume Huguet realizado entre los años 1465 y 1470, y la Piedad, pintura sobre tabla, obra de Bartolomé Bermejo del año 1490 y conocida también como la Piedad del canónigo Desplà. Destaca la custodia, de finales del siglo XIV formada con el trono de campaña del rey Martín el Humano.
Memoria judía en la Catedral
El Archivo Capitular conserva miles de pergaminos y libros que explican la historia de la ciudad. Una parte de esta historia está relacionada con la comunidad judía que ha convivido y comparte la vida diaria con el resto de comunidades.
Los documentos legales (compras, alquileres, testamentos..) que se conservan ayudan a reconstruir historia personales de los que vivieron en la Judería.
Adentrándonos en el Archivo Antiguo de 1535, con una muestra de la documentación original (en latín, en hebreo y en catalán), nos acercamos a testimonios escritos que dan voz a los habitantes de la Barcelona medieval.
Capilla del Santo Cristo de Lepanto
La Capilla del Santísimo y del Santo Cristo de Lepanto fue construida por Arnau Bargués, el año 1407.
Fue la Sala Capitular de la Catedral hasta el año 1676 cuando fue canonizado San Olegario y la sala pasó a ser su mausoleo.
La Capilla del Santísimo es de planta rectangular cubierta por una gran bóveda de crucería estrellada. La clave de bóveda central de la capilla representa Pentecostés y fue realizada por el escultor Juan Claperós el año 1454.
En el interior de la capilla hay un sepulcro barroco del obispo de Barcelona, San Olegario, y encima, se encuentra el Santo Cristo de Lepanto, que data del siglo XVI.
Actualmente, esta capilla, está dedicada exclusivamente al culto y oración, por lo tanto, no se permite realizar fotografías ni acceder a su interior durante las celebraciones.