Uno de los recintos más eminentes y entrañables de la Catedral de Barcelona es la cripta de Santa Eulalia, que acoge la magnífica tumba gótica con elementos románicos aprovechados como son los basamentos y los capiteles que sostienen la estructura del sarcófago de mármol policromado inaugurado solemnemente el 1339. Se sabe que el escultor provenía de la región de Pisa.
También sabemos que el obispo de Barcelona, Poncio de Gualba, en 1327 había contratado los servicios de un artista de Pisa para embellecer la catedral que se estaba construyendo durante las primeras décadas del siglo XIV. Así, consta que en Barcelona Luppo di Francesco se encontraba entre los años 1330 y 1340. Además, el estilo del sarcófago coincide totalmente con otras obras de este artista en la catedral pisana.
Los episodios que se detallan en los relieves del sarcófago narran por un lado el martirio de Santa Eulalia después de despedirse de sus padres, que según la tradición vivían en Sarrià y ella tenía 13 años, y por otro lado el descubrimiento y primer traslado de las reliquias de la santa desde Santa María del Mar a la Catedral. Los hechos del martirio se situarían en el contexto de la feroz persecución religiosa decretada por el emperador romano Diocleciano, que tuvo lugar en Hispania el año 304 con el prefecto Daciano. Las dos narraciones van seguidas de izquierda a derecha y comienzan en la parte estrecha de la izquierda. En el primer episodio la joven habla con sus padres y se la ve después caminando ella sola. En la alargada parte central se ven tres escenas: primero la del juicio, en el que el prefecto Daciano la condena; después la del martirio de los azotes y, en tercer lugar la del martirio de rasgarle la carne del pecho con un gancho cuando ya estaba en la cruz. El sector de la cara estrecha de la derecha representa la muerte en cruz de la santa. Y en la cara alargada posterior figuran; primero la búsqueda de la sepultura, después el traslado del cuerpo de la santa llevada sobre las espaldas de los clérigos y por último el descanso del túmulo en el momento en que un clérigo restituye a la mano derecha del cuerpo un dedo que le había robado hacía poco, cosa que hacía que el cuerpo pesase tanto que no se pudiera mover hasta entonces. Y en la cara anterior de la tapa se escenifica el traslado definitivo a la actual cripta el año 1339 en el que se puede ver al rey y cuatro obispos que contemplan admirados el cuerpo de la santa antes de ser colocado en el sepulcro.
Es preciso decir, por último, que el sarcófago está coronado por cinco imágenes: cuatro ángeles con ciriales y, en medio, la imagen de la Virgen. La cripta tiene una clave de bóveda que representa la Virgen, Santa Eulalia y el Niño Jesús que corona a la santa de Barcelona.
Detrás del sepulcro gótico se encuentra el sepulcro original de santa Eulalia que fue encontrado por el obispo Frodoino el año 878 en el cementerio de Santa María del Mar y en un mármol partido la inscripción original que lo rememora.